miércoles, 11 de julio de 2007

El hombre y la mariposa

El hombre y la Mariposa

¡Sorpresa!

En un libro sobre Coaching, de Viviane Launer, encontré este cuento. Un hombre encontró un capullo de mariposa y se lo llevó a casa para poder ver a la mariposa cuando saliera. Un día vio que había un pequeño orificio y observó por horas cómo la mariposa luchaba por salir del capullo. Vió su duro forcejeo para atravesar el orificio del capullo hasta que la mariposa dejó de forcejear como si se hubiera atascado. El buen hombre decidió ayudarla y cortó con una tijera el orificio para hacer el capullo más grande y, así, la mariposa pudo salir.

Pero, al salir, la mariposa tenía el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y dobladas. El hombre esperó que, en cualquier instante, las alas se estirarían y crecerían para soportar el cuerpo que se contraería al reducirse el hinchazón. Nada de eso sucedió y la mariposa sólo podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Jamás pudo volar. El hombre no entendió que restringir la apertura del capullo y la lucha de la mariposa para salir del orificio era la forma en que la naturaleza forzaba los fluidos del cuerpo de la mariposa hacia las alas para que se hicieran grandes y fuertes para volar.

La libertad y el volar sólo podían ser fruto de la lucha. Muchas veces, las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si se nos permitiera progresar sin obstáculos, nos convertiríamos en inválidos. No podríamos crecer y ser fuertes por nosotros mismos. Cada día, debemos recordar que nunca recibimos más de lo que podemos soportar y que nuestros esfuerzos y nuestras caídas nos fortalecen, así como el oro es refinado con el fuego.


---- algo positivo en el periodico....

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