domingo, 11 de noviembre de 2007

solo imaginen...

El lio que se lleva en la cabeza al ser un lider... o al ser inseguro... al creer sin pensar... o al tratar de pensar en que creer...

Imaginense solo el lio que se arma cuando se ve perderse lo que mas se admira, o al recuperar lo que se perdio (pero que no se queria desde un principio)... y ahora que?

Imaginense la confusion del que oye, ve y come lo que le dicen que tiene que saborear, disfrutar y entender... cuando quiere experimentar con algo nuevo

imaginense que piensa el que busca experiencia, y no sabe como obtenerla ni encuentra donde (ni por sueldo minimo), porque simplemente NO TIENE EXPERIENCIA...

Que lio, si no sabemos a que oponernos, a quien apoyar, en que esperar...

y vivir en una eterna pagina de CRONOPIOS Y FAMAS...

LA FOTO SALIÓ MOVIDA

Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías.

Así es que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo esta algo ladeado lo que ve es el paraguero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manitas no sabe para qué. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.


Julio Cortázar

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